Carta de Arjona a Sabina desde París

Joaquin:

Hoy, es ingrato este oficio de jugar con las comas y los puntos, de andar buscándole verbos a los sustantivos, de arruinarme la cabeza con el rompecabezas de buscar en nada, las palabras que permitan encontrar ¿quién sabe? en el lugar preciso que aun no estoy seguro para que radique, si alguien lo permite en alguna parte.

Hoy, maldigo la destreza de los que ya conoces (tu incluido) por haber escrito tanto y dejar tan poco, al ejército triste de los rezagados en el tiempo que no nos queda de otra que jugar con lo que se les fue cayendo en el camino, después de fabricarse un mundo con el ejercicio de la hoja en blanco.
El vientre de mi block trotamundo no se está dejando acariciar por nadie, y bien sabido es que no hay quien preñe con caricias.

He de confesar entonces que en el flirteo hijo de puta de quererme acostar con las palabras, en los últimos dos meses he llevado la peor parte. Espero sea pasajero este celibato desmedido que me tiene a un lado del camino con esta melancolía sin palabra alguna que penetre sus entrañas para convertirla en madre.

Te la mandaré cuando me digas a dónde, tarareada, canturreada, silbada, con guitarra y como se me ha ocurrido, sabiendo que en tus manos encontrará la virilidad de tu poesía para que la ponga en cinta, bien que le hace falta, de una vez por todas.

Ricardo Arjona
Paris, 11 de mayo 2003

PD: La otra noche en Madrid, bien que lo sabes. Elvis, tu gato, paró más la oreja con «LOS NEGROS TIENEN SWING, LOS BLANCOS PECAS» que con «QUE MANERA DE SUFRIR» no te pongas celoso ni le reclames por nada, los animales como los humanos también se acostumbran a la maravilla.

PD 2. Obligado estuve por falta de espacio en mi maleta a dejar en el hotel de Paris 2 calzoncillos, 4 pares de calcetines, un pantalón vaquero tan viejo que se lo merecía, y un kit de cosas de baño. Todo por hacerle espacio a una centena y media de canciones del Brel que me recomendaste.

lesterfibla
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